El carbono puede formar más compuestos que ningún otro elemento porque los átomos de carbono tienen la capacidad de unirse entre sí formando cadenas lineales o ramificadas. A pesar de que el número de compuestos orgánicos conocido es enorme, el estudio de la química orgánica, esto es, la rama de la química que se refiere a los compuestos del carbono, no es tan difícil como parece. La mayoría de los compuestos orgánicos se puede dividir relativamente en pocas clases, de acuerdo con los grupos funcionales que contienen. Un grupo funcional es la parte de una molécula que tiene una distribución específica de átomos, de la que en gran parte depende el comportamiento químico de la molécula de origen. Moléculas diferentes que tienen la misma clase de grupo o grupos funcionales reaccionan de modo semejante. Así, mediante el aprendizaje de las propiedades características de unos cuantos grupos funcionales, se pueden estudiar y entender las propiedades de muchos compuestos orgánicos.

    Antes de estudiar los grupos funcionales se examinará una clase de compuestos que constituyen el marco de referencia de todos los compuestos orgánicos: los hidrocarburos. Los hidrocarburos están conformados con sólo dos elementos, el hidrógeno y el carbono. Con base en la estructura, los hidrocarburos se dividen en dos clases principales: alifáticos y aromáticos. Los hidrocarburos alifáticos no contienen el grupo benceno, o el anillo bencénico, mientras que los hidrocarburos aromáticos contienen uno o más anillos bencénicos. Los hidrocarburos alifáticos se dividen, a su vez, en alcanos, alquenos y alquinos como se ve en la figura.

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